viernes, 14 de diciembre de 2012

NaruuTama in Dementland

Quien es NaruuTama?

Naci en Dementland, el pais de la demencia de la cual hablare algun dia mas adelante -3- soy Escritora, Traductora, Fanduber, Coreografa, Mangaka y un libro abierto de conocimiento, eso me complementa como otaku, si deberia vanagloriarme por ello n////n
Mi nombre es Naruu, asi me dicen, asi me conocen, tengo una personalidad ambivalente, que cambia muy rapido, pero frecuentemente me llaman Tsundere e.e [P**** sean ellos], soy en parte coneja por muchas razone y de alli el apodo de UsagiChan... que mas puedo decir, este es mi pedazito de mundo y espero que les agrade...

Los dejare con algo que escribi hace un tiempo, a fin de saber quien era...


Ambivalencia: lo que soy por dentro y por fuera – ultimo acto del pierrot



Durante años siempre bailo para un público muy poco conocedor, siempre con una sonrisa en lugar de una lagrima o una rabieta en lugar de una carcajada, ser un payaso para el mundo solía ser una tarea difícil y muy ardua, aun así su baile era muy convincente, ya que todo el mundo veía a través de su mentira, pero les daba miedo de que ese presentimiento fuese verdadero, era un verdadero artista con su canto, con sus manos y con su actitud propia, su mascara de falsas sonrisas lo hacían el mejor pierrot de la obra dramática llamada vida.
Como buen actor se volvió muy apreciado, como buen cantante gano el respeto y admiración de muchos,  como buen escritor y dibujante deslumbró al mundo y se gano las críticas de diversas multitudes, y por supuesto, como buen comediante fue la burla de todos; así el día a día del payaso se volvió mas extenuante función tras función. De allí surgió algo sumamente extraño, el payaso de las falsas verdades comenzó a odiar las mentiras y repudio la confianza, abrazando la soledad como a su única aliada, bajo el telón de la carpa nació así un muñeco a cuerda que solo giraba al son de su propia realidad, basada en lo que creía según su criterio, pero no obstante aunque en su papel de cirquero podía mentirles a sus espectadores jamás pudo mentirle a la única persona a quien realmente debía importarle sus actos, a el mismo, el payaso quedo así ciego, el peor de todos, un ciego que se negaba a ver.
El payaso ciego que se movía mediante a la llave que le daba cuerda se transformo poco a poco en un objeto sin corazón, lo vendió al mejor postor a cambio de alimento para sobrevivir en su solitaria carpa, pero el órgano siempre había estado agujerado por las polillas a su alrededor que adoraban consumirlo en medio de su dolor, así que luego se ser usado como trapo para limpiar pisos y servir de entretenimiento para multitudes, el corazón le fue devuelto como si fuera un calcetín sucio e inservible, una sonrisa se enmarco en la mascara por todo su esplendor y anchura, el payaso comenzó a caerse a pedazos, su mascara ya no era blanca y negra, era gris y el rencor lo fue abrumando a medida que sus manos se manchaban de tinta.
Ahora el payaso estaba ciego, se movía a cuerda, estaba hueco, con su podrido corazón entre sus manos y el rencor lo había manchado de rojo y negro, estaba completamente sucio y más gente comenzó a llegar a su carpa para burlarse de él.
En su solitaria carpa él era el maestro de ceremonias, el acto principal y núcleo de su ridículo circo, carcajadas y mas carcajadas se hacían oír por doquier a medida que lagrimas caían de su mentón tras la mascara, estaba creando de su espectáculo un gran imperio, corto su cabello, su mascara pinto de negro, su figura se volvió alta en su delgadez y llevo su circo a lo profundo de un bosque oscuro, donde la gente lo seguía ya que en sus aburridas vidas faltadas de emoción era la desesperanza del payaso la especia que les hacia falta para sobrevivir,  el artista malherido sobre la caja de pandora inicio un acto a medida que su corazón s partía a la mitad, una sanaba periódicamente y la otra se quemaba en la llama de su propio averno. El payaso noto así que su mascara era mas fuerte y ambos fragmentos de órgano podían subsistir por separado, era cada día un maestro en su fino arte del engañoso entretenimiento de las masas.
Pasaron los años, y el mundo alrededor de la carpa se encogía, mas y mas, mucha gente paso una y mil veces reiteradamente a ver su función, otras nunca regresaron, pero el payaso seguía siendo el mismo vagabundo muerto de hambre, un profeta en su tierra, llego así a un mundo desconocido para el, como aquel alquimista que atravesó el desierto en busca de un sueño, el conoció un mundo bajo nubes lluviosas; de entre ellas prometedoras luces descendían señalando caminos y oportunidades de dejar su triste y alegre a la ves oficio, sin embargo su mayor amor era su mascara.

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